Triste sociedad infectada...

Que pasa por nuestra mente cuando el alma duele y el corazón llora?, mucho. Muchas preguntas sin respuestas, muchas dudas… Nos preguntamos una y mil veces porque tenemos esa angustia en la boca del estomago insistiendo en que no merecemos semejante dolor, sabiendo que vamos por la vida haciendo todo lo que podemos para poder lograr sentir por una puta vez todo lo contrario a lo que sentimos hoy. Hay dolores que no tienen explicación, hay angustias que sabemos no tienen solución pero también hay esperanzas que nos hacen seguir por el mismo camino, el cual nos hace tanto daño, pero en nuestra mente inventamos un final super feliz.

Por años me sentí parte de esta sociedad infectada en la que vivimos, siendo una obsesiva por todo, sintiéndome mediocre muchas veces por no ser el común denominador de las personas “perfectas” que si viven la buena vida, según ellos, esas que nos hacen creer que si les va bien, que son felices… Pero no, claramente no me siento parte de tanta mierda, ya no…  Me duele mucho ver que vivimos entre tantas mentiras, tantas traiciones, tantas humillaciones… Se lo que se siente no poder mirarse en un espejo, mucho tiempo de mi vida lo viví y claramente pase los peores años, sintiéndome discriminada por esta sociedad al no tener el cuerpo perfecto por unos kilos de más. Que ingenua fui, que enferma estaba. 

Hoy, intentando sentirme mejor conmigo misma y viendo todo desde otro lugar, sigo sintiendo las mismas cosas pero por darme cuenta que no solo no existe más el respeto por el otro sino que tampoco existen más los valores, el estar orgulloso de las personas, de cómo enfrentan la vida, de cómo la viven con golpes y aciertos, de su calidad humana, de su esencia…  Ya nada vale, ya nada importa.

Quisiera escapar por unos segundos de esta sociedad tan triste, tan mediocre de pensamiento y escasa de valores y volver a soñar en una hermosa vida feliz, rodeada de gente que te ama de verdad, que te quieren por como sos y no por quien sos, que se sienten orgullosos de vos… Esos que saben cómo robarte tus mayores sonrisas. Es mi máximo anhelo.