Es difícil decidir que hacer si con palabras decís una cosa y con miradas otra. Cuando se agotan los segundos un montón es un montón, pero nunca es suficiente porque a veces se gana y otras se aprende. Sin dudas No hay mejor pregunta que una mirada y no hay mejor respuesta que una sonrisa.
Las verdades duelen y las mentiras hieren recordando siempre que si descuidas algo demasiado tiempo, se rompe.
No todos podemos ser valientes. Si todo el mundo dispusiera de la valentía necesaria en todo momento, no existiríamos los cobardes, como así tampoco existirían los valientes. Esa es una de las cosas que nos deben, sin nosotros no son nada. Mientras que, por contra, nosotros sin ellos seríamos valientes, o algo así.
Es difícil saber si el cobarde nace o se hace, puede que hasta imposible, o quizá sólo improbable, pero realmente eso importa poco. La verdadera cuestión es saber si lo sos o no, porque, como casi todo en esta vida, asumirlo es el primer paso...
Quiero que no pare el reloj, pero si que se detenga el tiempo...