Toda historia tiene un final, pero en la vida cada final es un nuevo comienzo!

6 de octubre de 2010

Hoy me siento equilibrista...


Ando como un equilibrista tambaleándome, un paso en falso y caeré en la más absoluta desolación… estoy en medio del cable con mi varita entre las manos, mirando adelante… no puedo caerme…. hay otros cables cerca de mí y en algunos hay otros equilibristas, nos cuesta comunicarnos, las distancias y el ruido turbulento de los que nos miran muchas veces hacen que no entendamos lo que queremos decir, tengo miedo a caerme, no se donde queda el fondo, no puedo verlo, es todo oscuro, se que hay un fondo porque escucho voces, gritos, lamentos, y carcajadas… se burlan de nosotros, y no se porque lo hacen, si no pueden vernos… es triste cuando alguien se cae, porque ya no regresa más, no se si los caídos se acostumbran a estar en la oscuridad, imagino que al principio buscan escaleras que los conduzcan a nosotros, pero eventualmente se quedan ahí… quizás buscando escaleras por el resto de la eternidad, o quizás se acostumbran a su realidad y se olvidan que un día fueron equilibristas…
Se que en este camino que me trazo estoy sola, conmigo misma, con mis ideas, y con mis planes de una mejor vida, se que no es sencillo mantener mis ideas, y que es mucho más difícil todavía llevarlas adelante, pero voy a caminar y llegar a mi meta. Algún día sin falta. Es como un túnel, oscuro, muy oscuro, y no se puede ver el otro lado, pero sabes que no podes volver, porque si lo haces, sólo encontras el desastre y el vacío del alma, y vas adelante, caminando solita, palpando los muros, a veces hundiéndote en el barro, y caminando lentamente, a veces con frío, mucho frío, y a veces con mucho calor, a veces encuentro gente que camina conmigo por un rato, y que busca lo mismo que yo, pero pronto los azares del destino crean muros entre ellos y yo, y el túnel se me hace desolado una vez más.Y es el asco que a uno le provoca muchas veces caminar y hundirse entre los deshechos humanos que dejan los que habitan el túnel, que lo manchan a uno por completo… Pero no importa si lleve toda la vida, seguiré adelante, porque si descanso solo un ratito, me acostumbrare a la parte del túnel en la que pare, y creeré que esa es la realidad, y que estoy cómoda, y me hundiré poco a poco en el barro y ya no podré salir nunca más… ya nunca más.
Soy, porque estoy, porque respiro, porque vivo, porque veo, porque anhelo, porque siento y me pregunto, me invado, grito, me callo y escucho el silencio a través de mi interior, avanzo, retrocedo, caigo, lloro, me evaporo, sonrío, floto, y bailo al compás del viento.
En el laberinto de la vida hay que intentar encontrar salidas satisfactorias más allá de las dificultades. Siempre nos atragantamos en el laberinto y hay veces que no sabemos salir de él. La vida es como una especie de laberinto, en el cual cada uno debe tratar de buscar la mejor salida, la salida a la felicidad, al amor y a la libertad. Los laberintos fortalecen por dentro...y desde adentro encontramos la salida.... Una eterna búsqueda, no rendirse jamás, e ir en busca de los desafíos que nos plantea la vida que en si es un laberinto al cual nos asomamos cada mañana... la elección siempre tiene un resultado incierto. Hay que andarla, nomás. Laberíntica y compleja que es la vida... pero tiene sus encantos... merece la pena vivirla!

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