En la previa del Superclásico ya se generaba una expectativa enorme no solo porque para un hincha de River y Voka es “EL” partido, sino también por todo lo que particularmente vivimos desde el 26 de junio pasado que para muchos de nosotros fue el día más triste de nuestras vidas, dándole el plus de todos los opinólogos que salieron a hablar queriendo calentar el ambiente sin darse cuenta que eran los máximos incitadores a la violencia del momento… Y para citar un bizarro caso, Falcioni: "Si ganamos, seguimos siendo campeones. Si River nos gana, sigue jugando su torneo”… Si dudas para mi, demasiada expectativa para semejante desilusión.
Aunque para nosotros contra voka ganar no es lo más importante sino que es lo único también somos conscientes que el talento depende de la inspiración, pero el esfuerzo de cada uno… Y como dijo el gran Vicente del Bosque… “El éxito sin honor es el mayor de los fracasos”.El jugador más atento sin dudas vence al más hábil y en algunos casos los perdedores son grandes jugadores…Ya ni se cual es cual ni quien es quien, casi ni se habla de fútbol, solo se vende humo a lo gran Caruso, se ve a un Ponzio de 8, un Arano pateando tiros libres, un Funes Mori que corre, un salvador de momentos Aguirre en el banco y cruzarte a un Pezzella en el anillo saliendo de entrenar con los que no participaron decora este sentimiento triste al estilo frutillita de torta…
Hoy nos estamos acostumbrando a eso, a sufrir viviendo una pesadilla que día a día se hace mas grande acostumbrándonos a enamorarnos de la hinchada en las provincias al estilo razin cuando solo pedimos a gritos volver al lugar de donde nunca debimos haber salido.
No pienso darme por vencida de eso no tengo dudas, con sufrimiento pienso seguir soñando desde mi humilde lugar con un sano fútbol brillando como toda nuestra historia lo indica, demostrando que no existe el fondo, que podemos caer y caer pero jamás desaparecer, al contrario, parece que cada golpe nos hace más fuertes y eso hace que sigamos en pie defendiendo con uñas y dientes orgullosamente los colores de nuestra gran Institución, contando los días como presos para cuando volvamos le gritemos al mundo “Se puede”.
“Mucha gente dice que el fútbol no tiene nada que ver con la vida, no se cuanto saben de vida, pero de fútbol no saben nada”
